Como cada año, nuestra visita a La Fageda fue muy agradable.
Luis y Lourdes nos recibieron con su casa y los brazos abiertos.
Excursión por esos caminos que sólo ellos y el Bolo saben. El día radiante. Sol y un poco de aire que hacía bailar los troncos desnudos. El suelo cubierto por completo de hojas.
Comimos en l'Entrecot, y paradojas de la vida, no les quedaban entrecots. Pero los mejillones, botifarras y demás platos estuvieron estupendos. El mousse de chocolate triunfó en toda regla. Después tuvimos té con pastas en su sala con chimenea... No podiamos pedir más. O sí: Lourdes nos mostró su producción reciente y nos comentó sus planes artísticos.
Muy al final del día, decicimos deshacer el camino con la voluntad de volver lo antes posible.
Adjuntamos un par de imágenes de la jornada.
Luis y Lourdes nos recibieron con su casa y los brazos abiertos.
Excursión por esos caminos que sólo ellos y el Bolo saben. El día radiante. Sol y un poco de aire que hacía bailar los troncos desnudos. El suelo cubierto por completo de hojas.
Comimos en l'Entrecot, y paradojas de la vida, no les quedaban entrecots. Pero los mejillones, botifarras y demás platos estuvieron estupendos. El mousse de chocolate triunfó en toda regla. Después tuvimos té con pastas en su sala con chimenea... No podiamos pedir más. O sí: Lourdes nos mostró su producción reciente y nos comentó sus planes artísticos.
Muy al final del día, decicimos deshacer el camino con la voluntad de volver lo antes posible.
Adjuntamos un par de imágenes de la jornada.
Isi Mena
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